Avshalom Caspi,PhD1,2,3,4,5; Renate M.Houts,PhD1;Anton Ambler, MS4,6; et al
JAMA Netw Open. 2020;3(4):e203221. doi:10.1001/jamanetworkopen.2020.3221
Los trastornos mentales son cada vez más comunes. En este estudio se propone una manera más eficaz de comprender los trastornos que podría revolucionar la salud mental.
Cada vez hay más evidencia de que no estamos tratando a los trastornos mentales del mejor modo posible. Los modelos dedicados a explicarlos (p. ej: DSM-5, CIE 11) son limitados en muchos aspectos, aunque esto se intuía ya desde su creación. A lo largo de los años, hemos logrado conseguir mejores herramientas para entenderlos y tratarlos. Por tanto, los modelos con los que trabajamos se han quedado obsoletos.
Uno de los supuestos del modelo obsoleto es que los trastornos mentales son entidades sin historia detrás. Entidas espontáneas sin pasado. Si una depresión se manifiesta en un momento estresante (p. ej.: la excesiva carga de trabajo), el terapeuta lo intentará resolver de cara al evento más próximo en su desenlace ignorando el resto de causas involucradas.
En este estudio que evaluó a sus participantes a lo largo de cuatro décadas, los autores proponen ubicar los trastornos mentales dentro del contexto de toda la historia del paciente. Los autores encontraron evidencias de que los trastornos mentales afectan de forma dinámica y no estática como se creía antes.
Es por esta razón que la psicología estimula la creación de herramientas (evaluación continua) que evalúen la predisposición de una persona a sufrir de determinados trastornos a lo largo de su vida porque mientras más información se tenga del dinamismo psicológico-social de una persona, mejores intervenciones se podrán diseñar para ellas.